Esta tarde, cuando regresaba de un viaje, contemplé entusiasmada la atmósfera. Primero, el cielo estaba salpicado de nubes blancas, como de algodón, eran cúmulos y brillaban de una forma especial. Después, transcurridas unas horas, todo cambió se elevaban grandes nubes (cumulonimbos) muy oscuros en el horizonte parecían anunciar una gran tormenta, fue entonces cuando me fijé atentamente en uno de esos nubarrones oscuros y vi unas formas que me llamaron la atención. Cuando llegué a casa encendí mi portátil y comencé a investigar las clases de cúmulos existentes y allí aparecieron las nubes que había visto y que me hubiera gustado fotografiar, se llaman "cúmulos mammatus". ¡Eran espectaculares! ¡Qué maravilla! siempre se aprende algo nuevo y la naturaleza no deja de sorprenderme. La primavera nos ofrece espectáculos cada día. Mirad la fotografía y el enlace, veréis qué bonitas.
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